Los mejores recuerdos que tengo de mi vida han sido al lado de mis primos, no concibo mi infancia sin ellos, fueron, son y serán siempre una pieza fundamental en mi crecimiento, en todos los sentidos. Tener un primo es algo maravilloso, toda mi vida deseé que al tener hijos, pudieran disfrutar de sus primos tanto como yo disfruté de los míos, ellos formaron familias con dos grandes mujeres a las que se ha extendido mi amor, la vida y sus circunstancias hicieron que Ernesto y Elías se fueran lejos y que fuera mucho más difícil juntarnos, no así con Sebastián con quien Ander ha podido crecer y convivir.