Terapias con Osos Marinos para niños dentro del espectro autista
En ocasiones anteriores hemos compartido nuestra experiencia en primera persona de terapias con animales, tanto perros, gatos y caballos. En esta ocasión tenemos el honor de compartir nuestra experiencia con osos marinos.
Los pasados 11 y 25 de mayo, gracias a la Fundación Irene Villa y a su directora Virginia Villa, a la fundación parques reunidos y al parque temático de la naturaleza Faunia y todo su equipo de expertos entrenadores, se llevaron a cabo dos sesiones de terapia con osos marinos adaptadas especiales para niños dentro del espectro autista.
Desde el primer momento que se nos presentó la oportunidad, nos pareció una experiencia increíble y la verdad es que ambas sesiones superaron por mucho nuestras expectativas.
Pero ¿cómo se prepara algo así?
Sabemos que la estructura y anticipación es vital para las personas dentro del espectro autista, por lo que desde unas semanas antes, se les anticipó a los niños que participarían en esta actividad, de hecho, se les proporcionó un neopreno y un chaleco y con materiales específicos se les anticipó lo que sería esa fabulosa experiencia.
Los entrenadores del parque Faunia se mostraron en todo momento, además de muy amables, super preparados para hacer sentir cómodos en todo momento a los niños. Aprovechamos esta ocasión para agradecerles y reconocer su espectacular trabajo.
¿En que consistieron las actividades?
Lo primero fue presentar a los grandes protagonistas, los osos marinos, a los niños. Fue así como Afri, Zimba, Yoda y los demás osos fueron saliendo de uno en uno a conocer a los niños. Fue muy gratificante ver la reacción de los niños cuando fueron conociendo a estos inteligentes animales.
Uno de mis hijos, Elías, tiene la estereotipia de agitar las manos cuando se emociona, creo que estuvo aleteando las manos en todo momento, señal de que la actividad le emocionaba mucho de principio a fin.
Después de la presentación con los animales, los niños tuvieron la oportunidad de acariciar e inclusive darles de comer un poco a cada uno de ellos para luego hacerlos cantar y hacer algunas actividades como sacar la lengua y jugar con ellos, fue impresionante la atención que tenían en todo momento los niños y la interacción con los animales.
Sabemos que todos los niños dentro del espectro son diferentes, y esto se mostró de manera evidente, mi otro hijo Junior, que es más reservado, mostró siempre interés, sin embargo, él prefirió estar mas alejado de los osos y tocarlos solo con los pies.
Lo mejor vendría para el final, pues los niños tuvieron la oportunidad de meterse al agua con los osos marinos, y ya dentro de ella hicieron actividades increíbles, por ejemplo, dejarse saltar o simplemente nadar con ellos.
Sin duda, ésta fue una experiencia inolvidable, pero nos queríamos dar a la tarea de investigar qué beneficios generó esto en los niños que participaron. Por esta razón le pedimos a los profesionales y padres que nos compartieran su experiencia para tratar de comprobar el cambio que tuvieron estos niños que participaron en las terapias con osos marinos.
Los padres de los niños que participaron nos comentaron lo siguiente:
Ha sido muy emocionante para la él porque siendo los animales uno de sus intereses restringidos el poder planificarlo con él y en cierta medida hacerle partícipe de lo que iba a pasar y después ocurrió hizo que tuviese interés en contarlo a sus compañeros del colegio como una gran aventura que ha vivido. La intención comunicativa de Adrián con respecto a lo que le ocurre en su día a día por lo general es nula así que ver cómo tiene ganas de contar a todo el mundo la experiencia que ha vivido es todo un logro y una alegría.
Por otro lado, la posibilidad de dar un espacio pensado para estos niños cuyas dificultades diarias se ven acrecentadas por el ruido, música, alboroto, etc. que suele acompañar a estos recintos cuando hay muchas personas, han hecho que Adrián se encontrase a gusto, que no se añadiese un estrés más al hecho de que iba muy nervioso por la actividad, y que consiguiese relajarse antes de empezarla.
Se ha sentido comprendido porque se han respetados tanto sus tiempos como sus ideas haciéndolo partícipe en cada momento de la decisión de hacer un ejercicio o no. Se ha sentido acompañado y sin presión por lo que ha podido responder y hacer las actividades a su ritmo.
Como madre le he visto sonreír, le he visto agradecido y dispuesto a entrar en la actividad permaneciendo atento a explicaciones y a lo que ocurría a su alrededor.
Lo más sorprendente para mí ha sido verle tomar la iniciativa de querer bailar y sentirse a gusto haciéndolo junto a uno de los osos, jamás lo había hecho.
Se le ha dado la confianza que a veces les falta para poder preguntar e interactuar tanto con animales como con personas. E incluso le han llevado a ver a su amigo “Cocodrulus”.
Solo podemos estar agradecidos por lo que ha supuesto para él esta experiencia a todas las personas e instituciones involucradas en ella porque sin duda ha sido algo para repetir y continuar.
¿Recomendaríamos las terapias con osos marinos para niños y niñas con TEA?
¡Basados en la experiencia en sí, los testimonios de las familias y sobre todo la evidencia que los profesionales nos han demostrado en el cambio de comportamiento en nuestros hijos la respuesta es un rotundo SI!
Somos reiterativos en el hecho de que cada niño y niña en el TEA es diferente y probablemente no sea igual de atractivo o útil para todos al mismo nivel, pero nuestra recomendación de hacerlo es muy alta.
Queremos aprovechar la oportunidad para agradecer a todas las personas que han hecho esto posible, no queremos dejar de mencionar a nadie, pues para que esto ocurriera hubo mucha gente involucrada, a la Fundación Parques Reunidos en particular a Faunia por demostrar que la inclusión no solo es un concepto, sino una realidad y un especial agradecimiento a Virginia Villa por haber pensado en nosotros y por hacer de un sueño una realidad.
Ernesto Larre
Presidente de Autism 4 good.
Terapias con Osos Marinos para niños dentro del espectro autista
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